Estaban solo el cielo y el mar,
a los cuales oscurecías de rabia,
y yo estaba atrapada entre la nada y una ola oscura, inmovil e inminente.
Te soñe después de hace mucho tiempo,
pero esta vez hablaste y no sonreíste,
no te acercaste, me hiciste subir a tu nube,
y oscuro, melancólico, desesperado le preguntaste al mar,
bajaste la mirada resignado,
y ahi me desperté.
Gillian Gamble